Las formas de divulgar el conocimiento han evolucionado durante las últimas décadas, especialmente con respecto al aprendizaje a distancia, comenzando desde los cursos por correspondencia de finales del siglo XIX, principios del siglo XX para llegar a sistemas modernos de videoconferencia y LMS (Learning Management System o Sistemas para la Gestión del Aprendizaje).
La idea siempre ha sido alfabetizar o capacitar a las personas que, debido a su situación geográfica o la falta de tiempo, no podían o no pueden acudir al centro de enseñanza.
Todo esto resultó particularmente relevante durante el período de confinamiento por COVID-19. Se puede decir que la pandemia ha provocado una aceleración de lo que es un proceso inevitable: de la misma manera que la industria durante la Revolución Industrial (finales del siglo XVIII) desplazó casi totalmente la producción artesanal, la enseñanza en línea está destinada a reemplazar gradualmente la enseñanza presencial.
Situación actual del aprendizaje online
Incluso antes de la llegada del COVID-19, la tendencia hacia un uso cada vez mayor de las nuevas tecnologías en la educación era más que evidente: en 2019 las inversiones mundiales en este área alcanzaron la asombrosa cifra de 18.660 millones de dólares y se espera que para 2025 alcanzará los 350 mil millones de dólares.
Como ya hemos dicho, la pandemia sólo ha acelerado esta tendencia y es lógico pensar que los cambios en la educación no son temporales sino que persistirán incluso después de regresar a la situación normal previa a la pandemia.
El gran desafío del aprendizaje online
Se estima que 1.200 millones de niños y adolescentes en todo el mundo han tenido que quedarse en casa durante la pandemia, y esto ha provocado un cambio radical en la educación con la introducción del aprendizaje online. La aceptación hacia la enseñanza online también ha cambiado mucho: aunque a menudo las escuelas por falta de medios y de preparación no han seguido adecuadamente a los alumnos, por lo general la gente está mucho más inclinada ahora hacia los cursos en línea, considerando los aspectos positivos que esta metodología conlleva.
Todo esto no está exento de desafíos: no todos los estudiantes tienen acceso a Internet o si tienen una conexión, muchas veces es de baja calidad. Además, se deben equipar los centros educativos con los medios tecnológicos apropiados y, sobre todo, capacitar al personal docente proporcionándole las habilidades digitales necesarias. Hablando de países como España los profesores son sin duda los que más sufrirán el cambio, los jóvenes que nacieron en la era digital tienen la capacidad de adaptarse muy rápidamente a las nuevas tecnologías. En muchos otros países con índices de pobreza más elevado no se puede hablar de generación digital y el reto de llevar la educación a distancia a todos será mucho mayor.
¿Es realmente efectivo el aprendizaje online?
La enseñanza en línea puede ser más efectiva que la enseñanza presencial por varios factores. En primer lugar, el alumno está más concentrado en lo que está haciendo, no tiene las distracciones que suele encontrar en clase con sus compañeros, y luego se ha demostrado que se logra memorizar entre un 25 y un 60% más de temario que en la enseñanza tradicional, y esto se debe en parte al hecho de que con el e-learning se tarda entre un 40 y un 60% menos de tiempo en aprender, pudiendo adaptar el ritmo de estudio a las necesidades de cada uno.
Obviamente, esto depende mucho de la edad del estudiante, los alumnos más jóvenes no pueden mantener la atención durante mucho tiempo y requieren un seguimiento especial con el apoyo de un adulto.
Otro punto a favor del e-learning es el hecho de que permite el uso de herramientas visuales e interactivas que hacen que los temas sean más interesantes al capturar y mantener la atención del alumno, por ejemplo, con aplicaciones de gamificación que se han vuelto muy de moda últimamente
Después del e-learning, ya se habla de Smart-Learning (que se puede traducir como aprendizaje brillante o inteligente). El Smart-Learning no depende solo del uso de nuevas tecnologías, sino y sobre todo de la forma en que estas tecnologías se usan en el aula o en línea.
Con el aprendizaje inteligente, se pueden definir roles específicos dentro de un grupo de estudio con derechos de acceso a funciones diferenciadas (maestro, tutor, administrador, estudiante) y sobre todo tiene que haber una gran interacción y colaboración entre los miembros del grupo.
¿Cuáles serán los cambios en el sistema educativo post COVID?
Dando por sentado que la educación en línea será una parte integral de la educación futura, hay algunos puntos a tener en cuenta:
- Existe la necesidad de una RE ESTRUCTURACIÓN del sistema educativo con nuevas estrategias educativas y de evaluación de los conocimientos adquiridos.
- La necesidad de formar al profesorado en el uso de las nuevas tecnologías.
- La necesidad de una mayor inclusión de acuerdo con el objetivo 4 de desarrollo sostenible previsto por la ONU para 2030.
- La necesidad de nuevas habilidades MULTIDISCIPLINARIAS específicas